viernes, 25 de mayo de 2018

Clase de injertar. (visita 25/04/18)

Volvemos a la albariza, volvemos a La Zarzuela, una nueva entrada cargada de viticultura jerezana y numerosas curiosidades de la misma. En esta nueva entrada, vamos a hablar de los tipos de injertos que se realizan en el Marco de Jerez y cómo se realizan.

Al llegar al viñedo vimos a un hombre que nunca antes habíamos visto en el campo, su vestimenta y forma de ser lo delataban. Estamos hablando de José María, también conocido como el primilla (apodo heredado de su padre) y el Nene de las Tablas. Una persona muy cercana y campechana que nos estuvo explicando paso a paso cómo se realizaba los tipos de injertos más usados en Jerez.

Los dos injertos más comunes en Jerez son el injerto en yema y el injerto en espiga o púa. Antes de pasar a explicar su procedimiento vamos a nombrar los utensilios o herramientas que son necesarias:

  1. Navaja bien afilada.
  2. Cubo con agua donde se llevan los sarmientos de la poda de invierno que se guardaron en cámara frigorífica o enterrados con tierra húmeda.
  3. Rafia para cerrar el injerto.
  4. Tijera para cortar los barbados y por si hubiera que desbragar.
  5. Caña para que ejerza de tutor.
  6. Zoleta para descubrir las cepas o barbados.



INJERTO EN YEMA.

Tras la plantación del barbado y transcurrido el tiempo necesario para realizar la injerción (1,2 o 3 años se procede a injertar. Este tipo de injerto es el más tradicional en el Marco de Jerez y quizás casi propio de aquí.

Este tipo de injerto se realiza en los meses de agosto y septiembre, normalmente coincide la injerta con la vendimia. Para proceder a realizar un injerto en yema hay que seguir los siguientes pasos:

  • Se descubre el barbado con la ayuda de una zoleta y elegimos la cara del tronco dónde vamos a insertar la yema.
  • Realizamos una cajuela que no es más que una endidura en el tronco, donde colocamos la yema.
  • Cogemos el sarmiento de la variedad que queremos injertar y sacamos una yema con la navaja con mucha delicadeza y cuidado. El corte debe de ser cejado para que haya más superficie de contacto entre la llema y el tronco.
  • Insertamos la yema en la cajuela con mucho cuidado de manera que ésta entre perfecta.
  • Vendamos la injerción con rafia para evitar la entrada de aire y para que se lleve a cabo la unión de la yema al tronco adecuadamente.


El primilla preparando el injerto.

INJERTO EN ESPIGA O PÚA.

Este tipo de injerción se realiza cuando queremos cambiar de variedad o el injerto en yema no ha salido bien. Se realiza en la época de primavera y para realizarlo se llevan a cabo los siguientes pasos:

  • Se descubre el barbado con la ayuda de una zoleta.
  • Le hacemos un corte trasversal al barbado y en el centro del corte le hacemos un corte longitudinal con la navaja donde entrará la espiga.
  • Preparamos la espiga, a ésta se le hace dos cortes por ambos lados, por uno hasta la médula del sarmiento y por otro no. Los cortes deben de ser limpios.
  • Se le hace un hombrillo en la punta de la espiga.
  • Le ponemos rafia al corte que anteriormente le hicimos al barbado para así evitar que se rompa al introducir la espiga.
  • Introducimos la espiga como mucho cuidado, se amarra y colocamos el tutor.
  • Con la zoleta le hacemos un almorrón que no es más que una montaña de tierra para la espiga y la unión de ésta con el tronco estén húmedos.

Corte longitudinal al tronco del barbado.




Injerto finalizado con tutor colocado y con el almorrón realizado.




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